CUARTO DÍA:
TRINEOS DE HUSKIES,
PESCA EN EL LAGO
Y SAUNA
Esta vez con perros y haciendo de musher…, esto ya es otra cosa.
El cuarto día amanece como siempre, nublado. Ya se va notando el frío y nieva. Es lo que le pega a este lugar, frío y nieve…, aunque un ratón de sol se agradecería. Esto soleado debe ser espectacular.
La actividad de hoy es pescar en un lago…, helado. Así que hasta allá que nos llevan. Nos ofrecen un chocolate caliente en la kota para coger temperatura y nos piden que no nos alejemos mucho de la zona indicada. Hay más de 50 cm de hielo, pero por si las moscas.
Sabemos que estamos en un lago porque nos lo dicen, porque no hay árboles…. y por otras pistas un tanto curiosas.
Cada uno tiene que hacer su agujero o elegir uno ya hecho. Los de mi pueblo, somos muy chulos y optamos por hacernos el agujero.
Era inevitable hacerte la foto con el "aborigen"…..
El cielo parecía que quería abrirse y pudimos ver algo de color detrás de los abetos y los abedules.
Pescar, pescar... no pescamos, pero pasamos un rato agradable que acabó comiendo un hamburguesa de reno.
Nerviosos toda la mañana esperando ir en trineos, cuando nos dijeron que íbamos a salir, echamos a correr. Los aullidos de los perros, nerviosos también por salir, creaban un ambiente espectacular.
Unos animales preciosos nos esperaban... Los guías nos dieron unas sencillas claves para el manejo del trineo… y a montarnos.
La vuelta fue impresionante. Pasamos por lugares preciosos; bosques, lagos, pequeños montes con bonitas vistas…. No hubo mucho tiempo para fotos…, no pensábamos en ello. Había que mirar hacia todos los lados y verlo en directo.
Fueron quizás, un par de horas de auténtico lujo.
Algo cansados y muy contentos, volvimos a nuestra cabaña. Había que probar la sauna y salir desnudo a la calle a frotarse el cuerpo con nieve.
En honor a la verdad hay que decir que no es tan duro como parece. Te metes en una sauna a 70º y estás que te mueres medio cocido como una gamba y lo único que quieres es algo fresco. Fuera, en la calle, a -15º/20º…., es el paraíso. Te embadurnas de nieve y se va evaporando a marchas forzadas….., y no te enteras del frío.
Aitana, como no podía ser de otra manera, muerta de risa.
A cenar y a dormir. Otro buen día en Laponia.
El cuarto día amanece como siempre, nublado. Ya se va notando el frío y nieva. Es lo que le pega a este lugar, frío y nieve…, aunque un ratón de sol se agradecería. Esto soleado debe ser espectacular.
La actividad de hoy es pescar en un lago…, helado. Así que hasta allá que nos llevan. Nos ofrecen un chocolate caliente en la kota para coger temperatura y nos piden que no nos alejemos mucho de la zona indicada. Hay más de 50 cm de hielo, pero por si las moscas.
Sabemos que estamos en un lago porque nos lo dicen, porque no hay árboles…. y por otras pistas un tanto curiosas.
Era inevitable hacerte la foto con el "aborigen"…..
El cielo parecía que quería abrirse y pudimos ver algo de color detrás de los abetos y los abedules.
Pescar, pescar... no pescamos, pero pasamos un rato agradable que acabó comiendo un hamburguesa de reno.
Nerviosos toda la mañana esperando ir en trineos, cuando nos dijeron que íbamos a salir, echamos a correr. Los aullidos de los perros, nerviosos también por salir, creaban un ambiente espectacular.
Unos animales preciosos nos esperaban... Los guías nos dieron unas sencillas claves para el manejo del trineo… y a montarnos.
La vuelta fue impresionante. Pasamos por lugares preciosos; bosques, lagos, pequeños montes con bonitas vistas…. No hubo mucho tiempo para fotos…, no pensábamos en ello. Había que mirar hacia todos los lados y verlo en directo.
Fueron quizás, un par de horas de auténtico lujo.
Algo cansados y muy contentos, volvimos a nuestra cabaña. Había que probar la sauna y salir desnudo a la calle a frotarse el cuerpo con nieve.
En honor a la verdad hay que decir que no es tan duro como parece. Te metes en una sauna a 70º y estás que te mueres medio cocido como una gamba y lo único que quieres es algo fresco. Fuera, en la calle, a -15º/20º…., es el paraíso. Te embadurnas de nieve y se va evaporando a marchas forzadas….., y no te enteras del frío.
Aitana, como no podía ser de otra manera, muerta de risa.
A cenar y a dormir. Otro buen día en Laponia.