miércoles, 5 de noviembre de 2014

Miradores de Ordesa y Llanos de la Larri

MIRADORES DE ORDESA 
LLANOS DE LA LARRI




Jornada doble con Aitana y Alberto que incluía estrenarse en un refugio de montaña. Estos chicos quieren guerra!!!

La previa.

Como han abierto la pista de la Caña para poder subir a los miradores de Ordesa desde Broto, cogemos los coches y tiramos para arriba. Yo con mi flamante "tanque que te lleva a todos los lados" y Carlos con su Astra. 

Me pongo delante para marcar la subida. Los carteles dicen que es una pista de montaña y que se recomienda todoterreno... todo controlado, llevo mi tanque. La pista no está en muy malas condiciones y subimos bien…., bien hasta que topamos con el primer barrizal.

Digamos que el charco debía ser de un metro de ancho. Nada complicado. Pero ese día los astros se alinearon para que hiciera el ridículo... y lo hice. Me quedé enganchado hasta las trancas. Miradas de asombro -Marga y los chicos-, de preocupación -Mª José- y de cachondeo -Carlos… ¡qué cabroncete!. 

En fin. No quedaba otra que esperar a me sacasen y seguir. 

Al poco, pasa un todoterreno de verdad; saca cinta, cuerda, mosquetones y me saca en un momento. He pasado. Ahora le toca pasar a Carlos. Le digo que lo deje y que nos volvemos. Pero él que es más cabezón que yo, dice que pasa y que además, pasará bien…. Joder con el Astra!!! Que pasó sin problemas!!!

Humillación total. Menos mal que a nadie se le ocurrió sacar fotos para avergonzarme más. Mi coge lleno de barro y yo lleno de vergüenza.

En 40 minutos llegamos al punto donde se corta la pista. Ahora toca caminar.

Miradores de Ordesa.

Nos ponemos la mochila y a caminar. Desde donde se deja el coche, hay diez minutos hasta la pista que conecta Torla con Nerín, que es la que habitualmente usan las empresas de aventura para subir hasta los miradores.

Alcanzada la pista, descendemos 300 metros en dirección a Torla y tomamos un sendero que sale a mano derecha. Yo voy tan emocionado que ni saco fotos. Tengo ganas de asomarme.

La senda asciende poco a poco y nos acerca al mismo abismo de Ordesa, justo entre el Tozal del Mallo y el circo de Carriata. Poco que decir de este espectáculo. 

Carlos lo celebra como el lugar se merece.


Sobrecoge asomarse y ver la caída hasta el parking de Ordesa. Y por si eso fuera poco, enfrente nuestro, todo el cordal de tresmiles desde Monte Perdido hasta los Gabietos.


Caminamos un poco más y llegamos al primer mirador, donde almorzamos frente al mejor espectáculo del mundo: una buena tortilla de patata con pan tipo cañada, unas habas con jamón y un buen vino de Somontano en "bota". Ahí es nada!!!



Algunos hasta pegan una cabezada.


De vuelta, como es temprano todavía, decidimos alargar y subirnos a un pequeño promontorio. Queremos saber qué se ve desde allí. Así que vamos caminando por el mismo borde del valle y subimos por un pedregal, hasta lo que bautizamos como "monte Aitana"…



Las vistas mejoran. Se ve hasta la brecha de Roland. Fotos, fotos y más fotos. Algunas originales.




Y autofoto en la cima del monte Aitana. Es una cima más...


Decidimos volver al coche porque tenemos que coger la carretera y marchar hasta el Refugio de Pineta. Aitana y Alberto se estrenan en un refugio.

Refugio de Pineta.

Entre unas cosas y otras, llegamos tarde al refugio y no podemos cenar allí. Tampoco es que el menú que nos tocaba probar entusiasmara a los pequeños…., ni a los grandes. Así que bajamos a cenar a Bielsa y a eso de las 10:30 ya estamos de vuelta y preparados para metemos en el saco.



Algunos caen al instante.


Noche jotera para el pobre Alberto que se la pasa vomitando.

Por la mañana Aitana se despierta encantada. Ha dormido en un refugio!!!


Almorzamos solos. Son las 9. Alberto parece que está mejor, pero el pobre muchacho lleva una cara que es un poema.

Como es una tipo valiente, decide probar y salir con todos a caminar. Queremos llegar a los Llanos de la Larri, una salida corta y típica, pero muy bonita en estas fechas.

Salimos desde el parking que hay bajo el Parador. Está bien señalizado desde un primer momento y no hace falta GPS, aunque nosotros lo llevamos para que los chicos aprendan a utilizarlo.






Hace buena mañana. Un poco de fresquete, pero una temperatura muy agradable para caminar. Alberto hace amagos de parar. No tiene buena cara pero el chiquillo aguanta hasta donde puede. No se le puede pedir más.


Cuando decide sentarse es que le duele el estómago de verdad. Nos hacemos una foto de grupo y se vuelve con Marga al coche.


El resto seguimos. Tenemos enfrente el balcón de Pineta, todavía sin nubes.



Cruzamos el río y seguimos en dirección a las Cascadas de La Larri.




Se escucha de fondo el ruido del agua, pero el río baja seco. Es una cosa rara y a Aitana le intriga el misterio.

Cuando el camino se torna senda, comienza la subida. A partir de aquí vamos pasando por miradores y cascadas. Baja mucha agua pero se nota que estamos en otoño.




La senda está muy bien para caminar. La mayor parte de la subida tiene escalones tallados con troncos e incluso pasamanos.





Vamos atravesando un bosque precioso lleno de acebos que ya han sacados sus frutos rojos, de hayas…. Esto es el otoño. Una mirada al valle nos confirma que los colores que predominan ya no son los verdes, si no los ocres. Que preciosidad de valle.





Seguimos subiendo. Carlos marca el ritmo y Aitana no se para. Aguanta como una campeona. Ya estamos casi arriba.





La senda muere en una pista junto a la última cascada. Allí, en una fuente, cogemos agua y seguimos nuestro camino pista arriba.



Atravesamos una valla ahora abierta y salimos del bosque. Nos quedan tres o cuatro lazadas de pista para llegar arriba. Las hacemos todas menos la última, que la evitamos por un atajo.



Y ya estamos.






El cielo ya empieza a cubrirse por el balcón y se ven las cimas con nieve polvo. Si señor…, el otoño llega, pero llega hoy mismo.

Nos tomamos un trozo de pan y decidimos bajar. Alberto y Marga están en el coche y tampoco es cuestión de hacerles esperar mucho. Ahora si que atajamos…

Para la vuelta optamos por bajar por la "vía directa". Desde la pista, y antes de cruzar la valla, sale una senda a mano izquierda que va directa al Parador.






Hacemos una circular y bajamos por un bosque de hayas que está de cine. La pendiente es pronunciada pero el paisaje lo merece.









De vez en cuando paramos para que Aitana vaya mirando el GPS. Hay que preparar a las nuevas generaciones!!!


En un momento llegamos abajo, justo detrás de la ermita.



Hemos estado en marcha casi tres horas. Ha sido una muy buena mañana. Sólo nos han faltado Alberto y Marga para que el día fuese perfecto.

Y Aitana cada día más andadora. Llegará un momento que me dejará atrás!!!