lunes, 18 de mayo de 2015

Pueblos Abandonados: Escartín

PR-HU 117: 
DE BERGUA A ESCARTÍN.



Hace unos meses compré a mi sobrino Alberto un libro muy interesante: Despoblados de Huesca: Tomo III (Sobrarbe y Somontano). Y me compré otro para mí. En él aparecen todos los pueblos abandonados del entorno de Broto, Fiscal o Boltaña que es por donde nos movemos.

Ya habíamos visitado alguno como Otal o Yosa de Broto pero Escartín nos llamaba la atención desde hacía tiempo. Nos obligaba a pasar por Bergua, que tampoco conocíamos, pero nos quedaba muy a desmano. Siempre elegíamos otros rincones del valle.

Este sábado queríamos ir a Peña Montañesa pero daban viento, así que decidimos cambiar de planes y adentrarnos por esta parte de la sierra. Luego nos dijeron que ni viento ni nada…

Llegamos a Bergua desde Fiscal por una mala carretera…, o una buena pista. Siete kilómetros. La carretera acaba en Bergua, así que dejamos el coche en la carretera, en la parte alta y bajamos al pueblo.


Bergua es bonito y no sólo no está abandonado, sino que vive más gente de la que nos imaginábamos, y algunos, en unos casoplones importantes. Eso sí, bar no hay hasta entrado el verano.

Damos una vuelta para conocerlo y, de paso, encontrar la senda que lleva a Escartín.









Esta, parte de la parte baja del pueblo y está señalizada con mucho estilo.


Comienza con una bajada en sombra hasta el río, que escondía una grata sorpresa: un barranco con agua y un par de pozas que probaríamos a la vuelta. Los niños del pueblo se estaban bañando, señal de que el agua estaba caliente…., o de que en estos pueblos los niños son de acero.

Nosotros cruzamos los dos puentes y giramos a la izquierda siguiendo las señales del PR-HU 177 que indican Otal y Escartín. A la derecha nos manda para Ayerbe de Broto, otro pueblo abandonado que ya conocimos hace algún tiempo.




La subida es tranquila y vamos paralelos al río hasta una bifurcación. A la izquierda y por el fondo del barranco a Otal. A la derecha y subiendo a Escartín. La idea es subir a Escartín, bajar al desde allí al barranco y volver por esta senda, haciendo una circular. Luego tuvimos que abandonar la idea.




Es una subida entre bojes, avellanos y robles. A ratos en sombra, a ratos a pleno sol. Pero como no hace calor y "no sopla" viento, se convierte en un paseo amable.

Pasamos por un salto de agua que está seco y que hasta hace no muchos días atrás debería llevar agua. Tiene una bonita poza que con agua corriente, estaría sensacional.



Nosotros seguimos caminado y ganando altura. Bergua queda atrás.



Al cabo de tres cuartos de hora llegamos a lo que debe ser un "área de descanso". Pues se descansa.



Ya estamos cerca. La senda esta marcada por muertes de piedra y en las laderas se ven antiguos campos y bancales.





Una hora y casi media para llegar a Escartín. Muy bien. Tres kilómetros y medio.

Al llegar, encontramos la señal que nos manda a Otal cruzando el pueblo -hacia arriba- o la que nos desvía por el barranco -osea hacia abajo- que es la que queremos tomar más tarde.


Entramos a Escartín y se detiene el tiempo. 











El pueblo es bonito. Hay muchas casas. Algunas muy grandes, lo que da una medida de que aquí había gente con posibles. La plaza tiene una herrería, una fuente que funciona y un abrevadero.



La iglesia está en la parte alta. Nosotros vamos viendo y fotografiando.




Tiene campanas!!… y se puede entrar!!! 



La puerta esta cerrada pero se puede pasar. Sólo  te piden que la cierres para que no entren las vacas.





Y hay un buzón para dejar tus comentarios. Todo muy bien organizado.


La iglesia es bonita. O eso me pareció. Está vacía y mantiene en pie las capillas de la cabecera de las tres naves, el coro y un bonita pila.






Después de más de una hora y media de deambular por las calles, decidimos comer a la sombra y volver para Bergua.

Intentamos seguir la senda que nos debería llevar al barranco, pero está completamente cerrada por zarzas y ortigas. Como el pueblo. Así que con pena por no poder descubrir esa zona, volvemos por el mismo camino.

Y nos mojamos los pies, como marca la tradición de Mª José. 

Bueno, ella se baño. Yo, que soy de Teruel…., el agua como los paticos…, por el pecho.



Subir a Bergua fue más fácil con los pies frescos.

Una excursión de tres horas y siete kilómetros.

De vuelta, por la carretera vimos el río Ara, Asín de Broto y la ermita de San Mamés desde una nueva perspectiva.




Y para acabar, mi tradicional "cerveza de la victoria"…, bueno, la suya.



2 comentarios:

  1. Espectaculares paisajes y que preciosidad de pueblos, da gusto perderse por ahí.

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  2. Muy bien pareja, esta zona del sobrepuerto apenas la conozco, y lleva tiempo rondándome en la cabeza el hacer alguna ruta por la zona, y descubrir estos bonitos despoblados.

    Como pasaremos para vacaciones unos días en Jaca, es fácil que nos pasemos un día con Adrián, y hagamos esta ruta o alguna parecida y a la vuelta nos demos un chapuzón en esas pozas.

    Lo del baño, no se yo, a pesar de que ha hecho bastante calor, el agua tiene que estar, para mírame y no me toques, para mi que esos chicos eran de Bilbao, jaja.

    Por cierto, sabes si ya han abierto la senda de los cazadores?. Un saludo crack.

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